domingo, 26 de agosto de 2012

ALCOHOLISMO: UNA PROPUESTA DE INTERVENCION


ALCOHOLISMO
UNA PROPUESTA DE INTERVENCIÓN


Jairo David Garcés Lozano
Estudiante Psicología FUNLAM – Medellín


ANTECEDENTES HISTÓRICOS

El alcoholismo empezó a ser concebido como una enfermedad a principios del siglo XIX, Thomas Trotter y Benjamin Rush, realizaron los primeros aportes relevantes en este tema al considerar el alcoholismo como una enfermedad crónica y una amenaza para la vida.

El término fue creado por el médico sueco Magnus Huss en 1849. Con él comienzan los primeros acercamientos científicos en relación a las consecuencias derivadas del consumo indiscriminado de alcohol. El mismo Huss, observó un “conjunto de afecciones gastroenterológicas, neurológicas, psiquiátricas y cardiológicas que aparecen tras la absorción desmesurada de aguardiente de alta producción”.

Jellineck (1960) en su libro “The Disease Concept of Alcoholism” desarrolla la idea del alcoholismo como una enfermedad.

La Organización Mundial  de la Salud (OMS) en 1952, resaltó como “bebedores en exceso cuya dependencia del alcohol ha llegado a tal extremo que existe un trastorno mental evidente, o que padecen problemas de salud física y mentales que interfieren en sus relaciones personales, sociales y laborales, o personas que muestran signos prodrómicos de estos problemas”. En 1955 destaca la incapacidad de la persona para abstenerse del consumo de alcohol.

En 1970 la OMS lo define como un “trastorno conductual crónico manifestado por repetidas ingestas de alcohol, excesivas respecto a las normas dietéticas y sociales de la comunidad y que acaba interfiriendo la salud o las funciones económicas y sociales del bebedor”.

En 1977 (OMS) propone el concepto de “síndrome de dependencia del alcohol” o “problemas relacionados con el alcohol”. Término que actualmente se utiliza para denominar el abuso o dependencia del mismo y que abarca un grupo de problemas físicos, psicológicos y sociales.

EPIDEMIOLOGÍA

La prevalencia de consumo de alcohol es de 34.6%, siendo esta la segunda sustancia puerta de entrada para el consumo de otras sustancias. La edad de inicio de consumo más frecuente son los 15 años, sin embargo, 25% de los encuestados comunicaron haber comenzado el consumo a los 12 años (Informe Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Consumo de Sustancias Psicoactivas, VESPA, Medellín, 1997).

El abuso de alcohol es el principal problema en relación a trastornos por abuso de sustancias, con una prevalencia de 6.7%, lo que indica que 1 de cada 15 colombianos abusa del alcohol. La edad de aparición de trastorno por dependencia de alcohol se sitúa entre los 21 años, y a los 23 años por abuso de alcohol. (Estudio Nacional de Salud Mental, Colombia, 2003).

Aproximadamente 75% de los jóvenes en Colombia consumen alcohol (Dirección Nacional de Estupefacientes, 2000).


CLASIFICACIÓN

Según el Manual Diagnóstico y estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV) los trastornos derivados del consumo de alcohol se clasifican en “Trastornos Inducidos por Alcohol” y “Trastornos por Uso de Alcohol”.

Trastornos Inducidos por Alcohol

Alteraciones producidas por el efecto directo del etanol sobre el sistema nervioso central, por intoxicación o supresión brusca de la ingesta de alcohol.

Trastornos por Uso de Alcohol

El uso progresivo de alcohol puede generar abuso o dependencia.

“La dependencia es el cuadro clínico más severo, caracterizándose por la presencia de algunas de las siguientes alteraciones: Tolerancia, síndrome de abstinencia, aumento en la cantidad y frecuencia de consumo, empleo de mucho tiempo en la obtención, consumo o recuperación de los efectos del alcohol y disminución de actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo y persistencia del consumo a pesar de tener conciencia de los problemas psicológicos o físicos recidivantes o permanentes ocasionados o incrementados por el consumo de alcohol” (El Alcohol: Generalidades y Adicción, Hospital Universitario San Vicente de Paul, 2008).

CONSUMO

Se asocia el consumo a una evitación o afrontamiento de los problemas que vive el joven (Lazarus y Folkman, 1986), a la necesidad de interactuar socialmente y ser aceptado (Mucaren, Martinez, Aguilar y Gonzales, 2001) a la búsqueda de una mayor potencia sexual y a la disminución de la  tención (Mora y Natera, 2001).

Algunas explicaciones se centran en las condiciones de reforzamiento que mantienen la ingesta, como los efectos de la sustancia valorados positivamente (Becoña, 2000) y otras de corte social que aluden a la aceptación que busca el joven para alcanzar el estatus de adulto.

CAUSAS

“Tiene un origen multicausal, por lo tanto se deben tener en cuenta los siguientes factores.

-          Factores propios de  la sustancia: Los efectos farmacológicos del alcohol a nivel del sistema nervioso central pueden explicar parcialmente el consumo reiterado del mismo.

-          Factores propio del consumidor:

o   Biológicos: Sexo, vulnerabilidad genética, estado nutricional, presencia de enzimas protectoras contra el desarrollo del alcoholismo.

o   Psicológicos: baja autoestima, poca tolerancia a la frustración, sentimientos de soledad, angustia y desesperanza. Trastornos psiquiátricos mas definidos como trastornos afectivos, trastornos de ansiedad, trastorno psicóticos o de personalidad pueden ser también causa del abuso o dependencia del alcohol.


-          Factores familiares, sociales y culturales: Mala comunicación, carencia de afecto, fácil disponibilidad, simbolismo asociado al alcohol (virilidad, amistad, alegría, etc), intensa publicidad, legislación permisiva, falta de alternativas para recreación, etc.”
(El Alcohol: Generalidades y Adicción, Hospital Universitario San Vicente de Paul, 2008).

TRATAMIENTO

La multicausalidad propia del alcoholismo genera en los afectados consecuencias en diversos aspectos de su vida a nivel físico, psicológico y social, por lo tanto es necesario abordar esta problemática con grupos interdisciplinarios, “conformados por trabajadores sociales, psiquiatras, médicos especializados en adicciones, terapeutas ocupacionales y pedagogos reeducadores…y la vinculación de antropólogos, psicólogos, abogados y demás profesionales que puedan contribuir al tratamiento y rehabilitación de estos pacientes” (El Alcohol: Generalidades y Adicción, Hospital Universitario San Vicente de Paul, 2008).

También resulta importante el aporte que en la actualidad realizan comunidades terapéuticas, grupos de autoayuda (A.A) y terapias alternativas (hipnosis, acupuntura, homeopatía, bioenergética).

PROPUESTA DE INTERVENCIÓN

Se realiza una serie de afiches, los cuales contienen escritos, algunas de las creencias que asumen los jóvenes en relación al consumo de licor, acompañados  de aportes teóricos en relación a cada creencia, generados por investigadores y estudiosos del tema, en investigaciones realizadas en Colombia y en otras partes del mundo. (Ver Referencias)

Se realizan varios afiches para intervenir estas creencias de forma independiente, pues el alcoholismo no tiene una causa fija, lo cual hace necesario trabajar de forma individual cada una de las principales creencias, aunque hay mas, solo se exponen las que consideramos más influyentes encontradas en el medio.

La intención de estos es generar en el adolescente una confrontación interna entre lo que él siente en relación al consumo de licor, y se permita un momento de reflexión que le posibilite conocer realmente las razones que lo llevan a buscar el alcohol como estrategia de afrontamiento ante ciertas situaciones de la vida.

Se busca también, que estos afiches sean utilizados como una herramienta de prevención ante el alcoholismo.

El objetivo que persigue la exposición pública de estos afiches, es generar conciencia en los jóvenes de estos motivos que se exponen, que los llevan a consumir licor, y les permita hacerse cargo de este. Conocer o reflexionar sobre su situación personal, generar un proceso de identificación con estos afiches, que permita al joven una modificación de sus estrategias de afrontamiento, como podrían ser  la búsqueda de ayuda social y familiar, y poder evitar o prevenir la generación de un alcoholismo, en etapas de desarrollo más avanzadas, o incluso como en muchos casos, en la misma adolescencia.

Como objetivo especifico, se orientan también a permitirle al profesional de la salud, y público interesado en el tema, conocer algunos factores de riesgo que presentan los jóvenes que los puede dirigir al consumo del licor, y permitir la generación de herramientas, que trabajen para afrontar estas creencias y una búsqueda terapéutica en la detección de estos factores en los jóvenes, para realizar una adecuada intervención, y también, despertar interés en la búsqueda de la creación de nuevas herramientas de prevención.


1)    Amigo…! Si te acepta como eres!.           El consumo de alcohol se asocia a la necesidad de interactuar socialmente y ser aceptado.


2)    Solución…? U otro problema?     El consumo de alcohol se asocia a una evitación o afrontamiento de los problemas que vive el joven.


3)    Hombres… Y también mujeres.    El consumo de alcohol se presenta tanto en hombres como en mujeres, con las mismas consecuencias.


4)    El sexo… Vívelo de modo responsable.  Los jóvenes consumen licor buscando un mejor desempeño sexual.




REFERENCIAS

(1)                                El alcohol: generalidades y adicción. Programa de adicciones – Departamento de Salud Mental, Hospital Universitario San Vicente de Paúl. 2008.

(2)               Londoño Pérez, Constanza; Vinaccia, Stefano. Prevención del abuso en el consumo de alcohol en jóvenes universitarios: Lineamientos en el diseño de programas costo-efectivos. Psicología y Salud, julio-diciembre, vol. 15, número 002. Universidad Veracruzana, Xalapa México, pp 241 – 249.


(3)       Pascual Pastor, F. Percepción del alcohol entre los jóvenes. Adicciones, vol. 14. 2002.


(4)               J. R. Villalbí, M. Nebot y M. Ballestín. Los adolescentes ante las sustancias adictivas: tabaco, alcohol y drogas no institucionalizadas. Medicina Clínica vol. 104 Núm. 20, Barcelona 1995.


(5)                  Medina-Mora. María Elena, Natera. Guillermina, Borges. Guilherme, Cravioto. Patricia. Fleiz. Clara, Tapia-Conyer, Roberto. Del siglo XX al tercer milenio. Las adicciones y la salud pública: Drogas, Alcohol y Sociedad. Salud Mental vol. 24, núm. 4. Agosto 2001.


(6)                             Ministerio de la Protección Social, Estudio Nacional de Salud Mental, Colombia 2003. Editado por Ministerio de la protección social – Fundación FES social / 2005. Impreso por Gráficas Ltda., Cali, Diciembre de 2005.

(7)                  Alcaldía de Medellín, Universidad CES. Segundo estudio de salud mental del adolescente. Informe final. Medellín 2009.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Neurofibromatosis 1: Causas, síntomas y tratamientos



Las neurofibromatosis (NF) son trastornos genéticos del sistema nervioso que causan el crecimiento de tumores benignos en los nervios. Las neurofibromatosis también pueden provocar anomalías en la piel, músculos y huesos. la gravedad de los síntomas varían en cada caso.


En el siguiente link podrás conocer más acerca de esta enfermedad, y aprender acerca del rol que el psicólogo cumple en el tratamiento de estas personas.

Neurofibromatosis 1: Causas, síntomas y tratamientos

LA MUJER, VICTIMA EN LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR




LA MUJER, VICTIMA EN LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR.
Factores culturales de la violencia familiar a la mujer Colombiana.

Jairo David Garcés Lozano.[1]

RESUMEN
Se presenta un artículo de reflexión referente a la violencia intrafamiliar, enfocada en el maltrato a la mujer en sus distintas expresiones: Físico, psicológico, económico y abuso sexual. Analizando diferentes causas socioculturales que pueden ser factores de riesgo o desencadenantes de la violencia intrafamiliar.
Se resalta la importancia de investigar más a fondo esta problemática de salud pública, de generar factores protectores en la mujer colombiana, y generar conciencia en la sociedad y en el estado de la necesidad de trabajar para proteger a la mujer y garantizar su salud física y mental.
PALABRAS CLAVES: Violencia intrafamiliar, mujer, maltrato, salud mental.

LA MUJER,  VICTIMA EN LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR.

La violencia intrafamiliar es “todo acto de agresión intencional física y psicológica que un miembro de la familia realiza contra otro miembro del mismo núcleo familiar, o entre personas que sin ser familia viven dentro de la misma unidad domestica.”[i] Una persona puede ser víctima de su pareja cuando esta “la golpea, empuja, muerde o le da bofetadas, la amenaza con hacerle daño o a sus hijos, familiares o amigos, se enoja con facilidad, la “protege” demasiado, se pone celoso/a sin motivo, controla su tiempo, sus actividades, sus amistades, no le permite trabajar o estudiar, le impide ver o visitar a su familia o a sus amigos, destruye las pertenencias o aquellas cosas con valor sentimental para la otra persona, controla las finanzas de la familia y obliga a que le rindan cuentas de los gastos, le obliga a participar de actos sexuales que no desea, la insulta, humilla o le hace sentir inútil y sin importancia y no reconoce ni valora el trabajo domestico que realiza.”[ii]

La violencia intrafamiliar se presenta en distintas áreas de la vida de la víctima, es importante recalcar que no es solo el daño físico que se ocasiona a esta, sino también ese maltrato psicológico y social, que destruye su autoestima, que le hace perder su identidad, desvalorar sus capacidades, la desvincula de su núcleo familiar, su círculo social y laboral, reduciéndola a un objeto sumiso y controlado en la intimidad de un hogar inundado de miedo y desesperanza y no le permite desarrollar de forma optima sus capacidades y sus talentos.

Es un problema de salud pública por que aqueja a grandes segmentos de la población, siendo los menores, los ancianos y las mujeres los más afectados.

LA MUJER

“Según Medicina Legal, en 2005 se presentaron 37.660 casos de lesiones personales relacionadas con el maltrato de pareja, lo que equivale al 61,2 por ciento del total de lesiones registradas… el 91 por ciento de las personas maltratadas en el último año fueron mujeres. Por eso es inevitable relacionar el tema de la violencia de pareja con el género femenino.”[iii]

“En Colombia, una de cada dos mujeres ha sido víctima de violencia física por parte del esposo o compañero, dos de cada diez han sido violadas y algunas mujeres que han recibido golpes por parte del esposo o compañero han quedado con lesiones como huesos rotos, heridas profundas, dolores fuertes e incluso han tenido abortos como resultado de los golpes”[iv]

Cito los datos anteriores para dar cuenta de la magnitud de este problema en la población femenina colombiana, señalando también que las cifras anteriores, no resultan realmente representativas, pues hay muchos casos que pasan inadvertidos, por la intimidación y el aislamiento al que son sometidas las victimas por parte de sus agresores.
La violencia intrafamiliar, puede estar presente en familias de estrato económico bajo o alto, con la misma gravedad y consecuencias en la mujer agredida. Sin embargo, el nivel de educación puede ser un factor protector en muchas ocasiones.

CRIADOS CON LA AGRESIÓN

Esta violencia hacia las mujeres tiene sus raíces en primera instancia en los patrones de crianza de los niños; padres y madres que forman a sus hijos en una cultura de violencia y maltrato, donde se les enseña la agresión como un medio para solucionar problemas y conseguir del otro lo que se desea. Los profesionales de la Salud Mental han trabajado por años intentando concientizar a las viejas y nuevas generaciones de padres, de la importancia de enseñarle a los hijos que el amor, el dialogo y el acuerdo son modos de educación más efectivos y con mínimas consecuencias en la salud mental de los niños, y que tiene como ventaja, la formación en el amor, y no ve la agresión como un modo de solución de problemas. Protegiéndolo de ser un agresor y a su futura pareja de ser víctima del maltrato, debemos cambiar ese círculo vicioso de formación en la violencia, al que pertenecen la mayoría de nuestros infantes colombianos.

LOS ROLES CULTURALES DE OCCIDENTE

Otro aspecto influyente es la cultura occidental a la que pertenecemos, donde la enseñanza de roles difiere entre el niño y la niña, dejando a esta en una situación de desventaja cultural, la cual, en la relación de pareja se traduce en maltrato, como ya antes habíamos nombrado: físico, psicológico, sexual y económico.

La cultura occidental, nos señala un rol específico para cada género y nuestros padres al inicio (infancia) y la sociedad después (adolescencia) se encarga de establecerlos en el comportamiento de cada persona, dando como resultado hombres con la idea de pertenecer al género fuerte, dominante, responsable y dueño del hogar, y una mujer sumisa y obediente, “ama” de la casa, criada para criar los niños y complacer a su pareja.

Es precisamente esta idea cultural, la que silencia el problema a los ojos de la sociedad y del estado, pero las nuevas generaciones mejor formadas, mas educadas, han permitido poco a poco que muchas mujeres cambien esa idea de sumisión y no solo abandonen a sus agresores, sino que también los denuncien, y así la balanza de los géneros se equilibra con el tiempo. El estado ha realizado avances para la rápida identificación y pronta eliminación de este problema, pero citando a Amanda Arrieta “la norma no cambia lo que la cultura legitima”.

Para concluir la violencia intrafamiliar es la agresión por parte de un miembro de la familia a otro, afecta a la población en general, aunque las mujeres es el grupo más afectado, el maltrato es: físico cuando la mujer es atacada en su cuerpo por su compañero, psicológico o emocional por palabras, actitudes y comportamientos que ofenden, humillan, asustan y destruyen la autoestima de la víctima, sexual al ser obligada a participar en actos sexuales en contra de su voluntad, y económico cuando el dinero es usado para controlar la independencia de la mujer.

Las raíces de la violencia intrafamiliar contra las mujeres tienen bases en prácticas de crianza inadecuadas, en las que predomina el uso de la agresión para corregir conductas, y enseñar las líneas de autoridad al niño.

La enseñanza del rol masculino dominante, y el rol femenino sumiso, influye en el maltrato por parte del hombre a la mujer, para mantener su autoridad y dominio en el hogar, y que la mujer sea sumisa y obediente a sus necesidades.

La violencia intrafamiliar ha denominada un problema de salud pública, pues afecta la población en general y atenta contra los derechos fundamentales de las personas, por lo que el estado se ha puesto en la tarea de tomar medidas para castigar a los agresores, y aunque ha dado resultados, el impacto no ha sido el esperado, pues la idea de violencia está muy presente en la cultura y es difícil cambiarla y como hemos revisado, es condición necesaria cambiar las ideologías y valores de nuestra cultura para erradicar la violencia intrafamiliar de nuestra sociedad.

Es deber de la sociedad y del estado, proporcionar a la mujer condiciones de equidad entre los géneros, garantizar su educación, su desarrollo profesional, para que desarrolle sus potencialidades y sus capacidades, y se convierta en una persona productiva, para ella misma, su familia y su comunidad.



[1] Estudiante Psicología. FUNLAM. Medellín.


[i]  Violencia intrafamiliar. Disponible en URL: http://www.fiscalia.gov.co/pag/entidad/quehacer.html Mayo 24 de 2010

[ii] Profamilia Joven – Violencia. Disponible en URL: http://www.profamilia.org.co/jovenes/doc_print.php?cod=206 Mayo 24 de 2010.

[iii] Pérez Bedoya, Juliana (2006, Noviembre 22) En Colombia cada año 35.000 mujeres son maltratadas por sus parejas. Extraído el 24 de Mayo de 2010 de http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=98417 (Revista Semana).

[iv] Datos ENDS (2000) – Encuesta Nacional de Demografía y salud Profamilia.