miércoles, 16 de enero de 2013

LA NATURALEZA DEL AMOR Y SU ACCIÓN EN EL SER



LA NATURALEZA DEL AMOR Y SU ACCIÓN EN EL SER

Escrito por:
Jairo David Garces Lozano

Capítulo 1. Redefiniendo el amor.

          Nos preguntamos por el amor y casi como un reflejo llega a nuestro cuerpo una cantidad desbordante de información bastante compleja de procesar. En primer lugar nos llega el recuerdo de lo amado y con ese recuerdo nuestro cuerpo comienza a experimentar una gran cantidad de emociones, las famosas mariposas en el estomago que suelen ser las más populares, el cambio de ritmo en nuestra respiración, la presión en el corazón; y entonces el recuerdo de las situaciones que se vivieron, se están viviendo o se sueñan vivir hace emerger los sentimientos desde las profundidades de nuestro ser, algunos recuerdos nos harán sonreír y nos darán una sensación de gozo y plenitud, y otros por el contrario causarán angustia y dolor. Se piensa en la persona amada y la sentimos presente, es como si la guardáramos en nuestro interior y la hiciéramos parte de nosotros mismos, su llanto nos angustia y nos esforzamos en lograr que cese, su alegría se empareja con la nuestra y utilizamos todos nuestros recursos en hacerle feliz.

          El amor nos desprende de nosotros mismos, el que ama tiene la sorprendente capacidad de renunciar a cualquier cosa; incluso a todo solo por tener el privilegio de hacer feliz a quien ama, incluso se llega a renunciar al ser amado para verlo feliz en la distancia, aunque no sin causar el más amargo sufrimiento en quien se aleja.

          Pensar en esto me aleja de la simple definición de amor como un sentimiento que nos liga a otro ser, y aunque las opiniones resultan variadas, en este mundo rico en opinión, la he considerado incorrecta, por que el amor va mas allá, porque un sentimiento cambia, un sentimiento es fugaz, y por un sentimiento no estructuramos un proyecto de vida. El amor conlleva mucho más, va a ser la fuente de emociones, sentimientos y pensamientos que determinarán de una u otra forma el curso de nuestra vida, porque el orden no es sentimos y luego amamos, al contrario, cuando amamos comenzamos a sentir. El amor puede nacer a primera vista, puede incluso ser el resultado de una gran cantidad de experiencias satisfactorias con una gratificante compañía, y de ambas formas sentirlo con la misma fuerza e intensidad.

        El amor no se piensa, no se planea, simplemente se da, se ama y punto, a quien amaremos no sabemos, quizá a todos algunos más otros menos, si conviene o no, no se discute, de hecho no importa. Si causa dolor ese dolor se sublima, y las emociones las vivimos con tal intensidad que no nos duele el estomago con la angustia, ¡NO!, queremos arrancarlo de nuestro cuerpo, y es que si nos hace felices amar a otro el corazón quiere explotar y se agranda a tal tamaño que no nos cabe en el pecho; es que podemos reiniciar la vida o acabarla por amor.

         Así se vive el amor, por que el amor simplemente somos nosotros mismos, cada uno de nosotros es una masa compuesta de una cantidad de amor incalculable, que pasamos por el mundo enamorándonos de momentos, de ideas, de pensamientos, de paisajes, de frases, de nuestro propio ser, de otras personas, nos enamoramos de lo que hacemos, y más aun de lo que queremos hacer, amamos nuestra historia, amamos nuestro presente, amamos ese ser que no somos pero conseguiremos ser en el futuro.

          Ese es el amor, es la esencia de nuestras vidas, es la fuerza que mueve al hombre, que lo empuja a desarrollarse en todos los aspectos de la vida.

Escrito por:
Jairo David Garces Lozano

 Twitter: @jairogarcesl
Facebook: /garcesjairo

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